La novela 1984, de George
Orwell, fue publicada en 1949. En ella se muestra una sociedad que vive bajo la
constante vigilia y control del Partido, el cual, es encabezado por el Gran
Hermano. Winston Smith, el protagonista, decide rebelarse en contra de dicho
poder después de años de trabajar reescribiendo el pasado en el Ministerio de
la Verdad. Acompañado de Julia, su amante, visita a O' Brien para unirse al
movimiento de resistencia conocido como la Hermandad. Traicionados por él,
Winston y Julia son encarcelados y sometidos a torturas hasta que aceptan que
no existe otra verdad más que la del Partido.
Esta novela representa un claro ejemplo del sistema carcelario que
menciona Foucault en Vigilar y Castigar:
Nacimiento de la Prisión, trabajo en el que me apoyaré como punto de
partida para entender la función del lenguaje. ¿Por qué es importante el
lenguaje? Porque desempeña un papel fundamental en las relaciones de
confrontación y conformación que se dan entre el poder, los sujetos y los
individuos. Aquí es posible identificar al menos cuatro de sus funciones. Dos de
ellas pertenecen al lenguaje verbal y dos al corporal.
La finalidad de dichas funciones es determinada por quien las
utiliza. Desde el poder, el lenguaje es una herramienta para destruir al
individuo y construir al sujeto. Por otro lado, si es el sujeto quien lo utiliza,
este se convierte en un medio para destruirse a sí mismo, como sujeto, y construirse
fuera del poder, como individuo. Aunque ambos lenguajes resultan importantes
para entender la obra, debido a la falta de tiempo, me limitaré a hablar
solamente, y a manera de esbozo, sobre el lenguaje verbal. Así, será posible
ver las formas mediante las cuales se manifiesta su doble función: creación y
destrucción.
El Lenguaje desde el Poder: Destrucción
del Individuo y Creación del Sujeto
Foucault menciona que una de las finalidades del poder es la
normalización del individuo, lo cual, no es si no su transfiguración en sujeto.
El objetivo es obtener de él el mayor provecho posible. Para esto se utilizan los
distintos instrumentos e instituciones que componen el sistema carcelario. Uno
de ellos es el lenguaje verbal.
La primera de las formas como el lenguaje verbal se convierte en
instrumento del poder para destruir al individuo, es al permitirle crear,
mediante la enunciación, las estructuras de lo que debe ser el sujeto. Así, todo
comportamiento que se desvíe de esta norma, se tipifica como delito. En 1984, esto se expresa a través de los
cuatro ministerios: el Ministerio de la Verdad, el Ministerio de la Paz, el
Ministerio del Amor y el Ministerio de la Abundancia. Son estos los que dictan
de qué forma se debe comportar el sujeto. El Gran Hermano habla a través de
ellos para hacer escuchar su voz en cada rincón de la sociedad. Así, la
relación entre lo que debe ser y el lenguaje, se deja ver en el hecho de que
para cada crimen existe una palabra que lo describe. Esto se puede suponer de
la mención que se hace del crimental. "Winston había cometido (...) el
crimen esencial que contenía en sí todos los demás. El crimental (crimen mental),
como lo llamaban (...)." (Orwell 11). Incluso, a nivel metafórico, la
relación de estos ministerios como estructuración y del lenguaje como su medio,
se expresa en el hecho de que, para cada uno de ellos, corresponde una palabra
en neolengua: Miniver, Minipax, Minimor y Minindantia, respectivamente.
La segunda de las formas como el poder utiliza el lenguaje, es como
un medio para modificar la forma de pensar del sujeto y, con ella, su
pensamiento mismo. El ser humano, al razonar, utiliza el lenguaje como vehículo
para articular y estructurar sus ideas. De esta forma, al modificarse el
lenguaje, se modifica la estructura mnémica. Berel Lang, en su artículo "1984:
Newspeak, Technology, and The Death of Language", menciona: "Thoughts or ideas do not just spring up in
the mind, but adapt themselves and take their own shapes from the words and
forms of languages that are available." (p. 8). En la novela de Orwell esto se muestra mediante la neolengua.
Las palabras de esta son creadas de tal forma que restrinjan el pensamiento,
evitando así todas aquellas ideas que no convienen al Partido. Syme, al hablar
con Winston, comenta: "¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar
el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente?" (Orwell
27).
La tercera de las formas como trabaja el lenguaje verbal, es
emulando una presencia constante. En la novela, el Partido logra esto mediante
la telepantalla. Es con este instrumento y con el lenguaje que puede estar
constantemente, de forma psicológica, en la vida del individuo. "La voz
salía de una placa oblonga de metal, una especie de espejo empañado (...) El
instrumento (...) podía ser amortiguado, pero no había manera de cerrarlo (...)."
(Orwell 2). Así, el poder le recuerda al individuo, incluso cuando este no está
viendo la telepantalla, que está allí con él. De esta forma se establece, como
menciona Jean-Jacques Courtine en "A Brave New Language: Orwell's
Invention of Newspeak in 1984", una vigilancia asimétrica y continua (6). Ante
este hecho, el individuo no tiene otra opción más que ser sujeto.
Parte de esta relación entre la telepantalla y el lenguaje, tiene
que ver con su función inversa: escuchar. De esta forma el lenguaje verbal se convierte
en denuncia del individuo. Cabe destacar aquí que el poder no solo se vale de
la telepantalla para esto, si no de cualquier otro medio del que disponga. "Cualquier
sonido (...) era captado por el aparato (...) desde luego, podían intervenir su
línea cada vez que se les antojara. Tenía usted que vivir (...) con la
seguridad de que cualquier sonido emitido por usted sería registrado y
escuchado por alguien (...)." (Orwell 2). Los espías son otro de los
medios de los cuales se vale el poder para detectar la voz del individuo. Un
ejemplo de esto es Ogilvy, quien "A los once había denunciado a su tío a
la Policía del Pensamiento después de oírle una conversación donde (...) se
había mostrado con tendencias criminales." (Orwell 24).
La cuarta manera como el lenguaje verbal influye en la construcción
del sujeto, es la creación de una aparente realidad con la que este entra en
contacto. Un entorno agradable, aunque sea así solo a los ojos del sujeto, evitará
que este se reconozca inconforme con lo que le impone el poder y se rebele
contra él. Lilian Feder menciona al respecto "(...) there can be no conception of reality
without the experience of selfhood, and language is the most basic of
instruments mediating between individual biological and psychological demands
and the internalizations of external nature and society." (18).
En 1984, un ejemplo de la
forma en que el Partido altera la realidad del sujeto son los nombres que pone
a los productos. Al atribuirles vocablos asociados con el bienestar, su
carácter dañino es atenuado o incluso, aunque de forma psicológica, eliminado. El
líquido que toma Winston es una muestra de esto. Al beberlo "(...) se le
volvió roja la cara y los ojos empezaron a llorarle. Este líquido era como
ácido nítrico; además, al tragarlo, se tenía la misma sensación que si le
dieran a uno un golpe en la nuca con una porra de goma." (Orwell 3) ¿Cuál
es el nombre que atribuye el Partido a esta bebida?... Ginebra de la Victoria.
Otra de las formas mediante las cuales el Partido altera la realidad
del presente es la modificación del pasado. Aquí el lenguaje verbal se
manifiesta mediante la reescritura. Winston Smith, tiene entre sus funciones
laborales editar todo aquello que haya sido publicado y que no coincida con la
forma de lo que el poder determina que es la realidad. Un ejemplo de esto son
los periódicos Times que llegan a sus
manos. "(...) en el número del Times correspondiente al 17 de marzo (...) el
Gran Hermano (...) había predicho que el frente de la India Meridional seguiría
en calma (...) era por tanto necesario escribir un nuevo párrafo del discurso
del Gran Hermano, con objeto de hacerle predecir lo que había ocurrido
efectivamente." (Orwell 20).
Por último, el hecho mismo de que la destrucción del individuo y la
creación de sujeto es llevada a cabo por el poder mediante el lenguaje verbal,
se explicita en los registros existentes que validan la vida misma del sujeto y
su existencia. Cuando se destruye al individuo y se crea al sujeto, se crea
también una escritura. Cuando el sujeto es destruido, ese registro desaparece:
vida y muerte, escritura y desescritura. Esto se muestra en 1984 cada vez que alguien es eliminado
por el Partido. "El nombre del individuo en cuestión desaparecía de los
registros, se borraba de todas partes toda referencia a lo que hubiera hecho y
su paso por la vida quedaba totalmente anulado como si jamás hubiera existido."
(Orwell 11).
El Lenguaje desde el Sujeto: Destrucción
de Sí Mismo y Creación del Individuo
Desde la perspectiva de Foucault, el sujeto pareciera estar
condenado a vivir bajo la sombra del poder. Incluso aquellas manifestaciones de
aparente anarquía o resistencia, no son si no instrumentos de los que se vale
el poder para preservarse a sí mismo. Es por eso que la única escapatoria que
tiene el sujeto para convertirse en individuo pareciera ser su destrucción. Así,
el lenguaje verbal es uno de los instrumentos para este proceso que implica,
también, la construcción.
La primera de las formas mediante las cuales se manifiesta la
destrucción del sujeto, llevada a cabo por sí mismo, tiene que ver con la
escritura. El acto de escribir representa en 1984 la individualidad. A través de él, el sujeto puede comenzar a
tener acceso a su memoria y hacerla visible para sí mismo. De esta forma, su expresión
en el papel trae consigo la expresión del individuo mismo ante los ojos del
hasta entonces sujeto.
En la novela de Orwell este acto de destrucción y construcción,
semejante al del ave fénix, se muestra con el diario de Smith. Antes de escribirlo,
el pasado le resultaba indescifrable a este personaje: "(...) era inútil,
no podía recordar: nada le quedaba de su infancia (...)" (Orwell 3). Sin
embargo, conforme la pluma se desliza sobre el papel, su memoria se va
materializando, cristalizándose hasta tornarse visible ante sus ojos y con ella
su individualidad. "(...) No sabía por qué había soltado esta sarta de
incongruencias. Pero lo curioso era que mientras lo hacía se le había aclarado
otra faceta de su memoria (...)." (Orwell 6).
La segunda de las formas mediante las cuales es posible ver la
destrucción del sujeto y la creación del individuo es el miedo latente que
expresa el poder ante la posible rebelión. En el momento que el sujeto muere y
renace el individuo, el poder aparece frente a él sin el velo que lo cubría
antes. Entonces, como menciona Feder, devienen los sentimientos y el compromiso
del individuo con la rebelión. Así el peligro que representa la escritura para
el Partido se muestra mediante el
control que se ejerce sobre ella. Jean-Jacques Courtine menciona: "Power must thus become master of language
since language is the living memory of man and offers him a space for inner
resistance." (3). En 1984 esto se vuelve evidente en el hecho
de que todos los materiales escritos que se producen son fabricados y
controlados por el Partido. Un claro ejemplo de esto son las novelas creadas,
no por escritores, si no por máquinas. En una de las menciones que se hace
sobre Julia es posible leer: "(...) trabajaba (...) en las máquinas que
fabricaban novelas en el departamento dedicado a ello." (Orwell 63).
La tercera de las formas mediante las cuales se muestra que el sujeto
se destruye como tal y se construye como individuo es la resignación a la
muerte, por un lado, y sus ganas de vivir, por otro. Aquí la escritura también
juega un papel importante. Mediante ella, el individuo puede reconocer el lugar
que ocupa dentro del poder. A diferencia del punto anterior, donde había un
riesgo de rebelión, aquí la resignación juega un papel importante. Habiendo aceptado su muerte, la del sujeto, que
proviene de la escritura, el individuo no tiene otro remedio más que vivir
hasta que llegue su muerte como individuo, que vendrá del poder. "Winston
comprendía que ya estaba muerto. Le parecía que sólo ahora, en que empezaba a
poder formular sus pensamientos, era cuando había dado el paso definitivo (...)
El crimental (...) no implica la muerte; el crimental es la muerte misma. Al
reconocerse ya a sí mismo muerto, se le hizo imprescindible vivir lo más
posible (...)." (Orwell 15).
La cuarta manera como se muestra que el lenguaje verbal actúa en la
construcción del individuo, tiene que ver con la comunicación interpersonal. A
través de esta el sujeto puede descubrir las inconsistencias existentes entre
los distintos instrumentos de la estructura carcelaria de los que se vale el
poder. Menciona Lang: "(...) it would be a hindrance if people with conflicting information or ideas
should speak to each other, since then they might begin to wonder about the
differences between their stories."
(4) Así, el cuestionamiento de la realidad podría tener como punto focal no
solo la materialidad de la misma, si no también la relación que guarda el sujeto
con ella y, por tanto, la conformación misma del propio sujeto. Descubiertas
las manipulaciones del poder sobre la aparente realidad, se descubriría también
la manipulación sobre el individuo que es llevado a vivir como sujeto y, por
tanto, la existencia misma del individuo.
En 1984 esto se muestra en
el hecho de que el Partido tiene una estructura que no permite al sujeto
circular libremente entre los distintos puntos de producción o alteración de la
información mediante la cual se construye la realidad que se le impone. Un
ejemplo de esto es que Winston, al pertenecer al Ministerio de la Verdad, no
puede tener acceso al Ministerio del Amor. "Era imposible entrar allí a no
ser por un asunto oficial y en ese caso había que pasar por un laberinto de
caminos rodeados de alambre espinoso, puertas de acero y ocultos nidos de
ametralladoras. Incluso las calles que conducían a sus salidas extremas,
estaban muy vigiladas por guardias, con caras de gorila y uniformes negros,
armados con porras." (3).
Otra de las formas mediante las cuales se presenta esto es el hecho
de que no todos los materiales de entretenimiento, producidos por el Partido,
pueden llegar a manos de todos los sujetos. Existe, por el contrario, una
categorización del sujeto dependiendo de su género y clase. A partir del lugar
que determina el poder para él, es el tipo de información a la que puede
acceder. Un ejemplo de esto es la pornografía. En su proceso de fabricación
solo pueden intervenir las mujeres por ser consideradas menos corruptibles.
"(...) en la Pornosec, excepto el jefe, no había más que chicas. Dominaba
la teoría de que los hombres (...) se hallaban en mayor peligro de ser
corrompidos (...)." (Orwell 63). En el proceso de distribución nadie puede
tener acceso a ella, salvo quienes se encargaron de su fabricación. "(...)
era enviada en paquetes sellados que ningún miembro del Partido, aparte de los
que trabajaban en la sección, podía abrir." (Orwell 23) Al final, su
consumo es realizado solamente por los que el narrador denomina como proles.
"(...) Pornosec, la subsección (...) encargada de fabricar pornografía
barata para los proles." (Orwell 63).
En pocas palabras, la novela de Orwell muestra a una sociedad que
vive bajo el control y la vigilancia del poder, representado en este caso por
el Partido y el Gran Hermano. Así, 1984
se convierte en efigie del sistema carcelario que menciona Foucault en Vigilar y Castigar: Nacimiento de la Prisión.
En ella se muestran alguno de los instrumentos de los que se vale el poder para
normalizar al individuo y obtener así el mayor provecho de él. Por otro lado,
también se evidencian algunas de las estrategias que puede utilizar el sujeto
para constituirse como individuo.
Aquí, el lenguaje verbal desempeña un papel fundamental. Es a través
de él que se determinan las relaciones de confrontación y conformación que se
dan entre el poder, los sujetos y los individuos. Sus funciones son determinadas
por quien lo utilice. Desde el poder, el lenguaje es una herramienta para
destruir al individuo y construir al sujeto. Por otro lado, si es el sujeto
quien lo utiliza, este se convierte en un medio para destruirse como tal y
construirse como individuo fuera de la estructura que le impone el Partido,
aunque esto implique su muerte. De esta forma queda explicitada la doble
función del lenguaje: creación y destrucción.
Trabajos Citados
Courtine y Laura Willett. "A Brave New
Language: Orwell's Invention of 'Newspeak' in 1984." SubStance. 15. 2 (1986): 69-74. JSTOR. Web. 24 Oct 2012.
Feder, Lilian. "Selfhood, Language, and
Reality: George Orwell's Nineteen Eighty-Four." The Georgia Review. Verano
de 1983: 392-408. JSTOR. Web. 24 Oct 2012.
Lang, Berel. "1984: Newspeak,
Technology, and The Death of Language." Soundings: An Interdisciplinary Journal. Primavera de 1989:
165-177. JSTOR. Web. 24 Oct 2012.
Orwell, George. 1984.
Trans. Rafael Vázquez Zamora. México: Salvat Editores, 1980. Impresión.